lunes, 31 de octubre de 2016

La vida de Adèle

La vie d'Adéle (2013) Francia
Abdellatif Kechiche

Basada al parecer en una serie de cómics, y cosechadora de importantes galardones, estas casi tres horas de película dan para todo: momentos de chispazo emocional, de erotismo desnudo y directo, de reflexión e indecisión. Sigue la vida de una adolescente en su despertar sexual, que encuentra su camino y su gran amor en otra joven. Si en la anterior reseña destacábamos una frialdad insulsa, aquí todo es cine volcado en las emociones directamente. Gran parte del éxito y los méritos de esta larguísima peripecia recaen en el impresionante trabajo de la actriz protagonista, es su rostro lleno de miedo, dudas, incertidumbre, de sentimiento a flor de piel, que dan los mejores momentos a un filme vivo y sensible.

Todo es silencio

(2012) España
José Luis Cuerda

Adaptación de una obra de Manuel Rivas (responsable también del guion), ambientada en su Galicia natal. Un trío de amigos y un trío sentimental. Al crecer, se sitúan a ambos lados del duro narcotráfico de la costa gallega de los ochenta. Película que va perdiendo interés alarmantemente a través de su metraje, con una puesta en escena fría e increíble, con personajes que se aparecen simplones y momentos bastante malos. Un desastre casi total.

sábado, 22 de octubre de 2016

Thor

(2011) USA
Kenneth Branagh

No deja de tener cierta ironía que sea Kenneth Branagh el que adapte las aventuras del Dios nórdico desterrado a la Tierra, que llenaba bocadillos y bocadillos de sus tebeos hablando como un personaje shakespeariano (era una broma recurrente de los guionistas referirse a él en esos términos). La adaptación de aparta del cómic al eliminar su alter ego humano Donald Blake, el médico cojo y flacucho (al que se hace una ocurrente referencia en un momento del film). Hay algún momento de humor acertado, pero por lo demás es un relato flojo y aburrido.

El árbol, el alcalde y la mediateca

L'arbre, le maire et la mediatheque (1993) Francia
Éric Rohmer

Si hacéis una búsqueda de esta película por Internet, veréis blogs o páginas variadas que hablan de ella y cada una lo hace desde un punto de vista distinto: la educación, el individuo y las instituciones, el medio ambiente y el progreso tecnológico, el azar y el destino. Cualquier cosa es posible de entresacar de un tapiz rico en detalles y en subtextos. Con esa estructura y tono de cuento, de cuento político esta vez, con tantos detalles dentro de un estilo despojado y espartano. Soy bastante incondicional de Rohmer (mi trabajo me ha costado desde que empecé con Mi noche con Maud) y la he disfrutado bastante.

lunes, 10 de octubre de 2016

Arte Kino Festival

De milagro me enteré por mi colega bloguero de El amor después del mediodía, que la cadena Arte ofrecía un festival online de cine europeo gratuito, en el que se podían ver un decena de película. No he podido ver más que tres de ellas, elegidas al azar; el hecho de que hubiera un período de 24 horas para verlas terminar, me ha impedido ver concluir dos que dejé a medias, debido a mis horarios y mi sueño, y otras dos que el festival no me dejó ver por causas no explicadas.

Así que llegué al fin de semana y no tuve demasiada suerte. No me parece destacables la alemana Salvaje (Wild, Nicolette Krebitz), acerca de una gris joven, desenganchada del mundo sensorial y vital, que parece empezar a sentir cosas cuando descubre que en un parque cerca de su casa habita un lobo. Luego se vuelve majara; todo cada vez más raro y polanskiano. La griega Suntan, de Argyris Papadimitropoulos, va por el estilo, porque ese médico que llega nuevo a una pequeña isla, que parece que le da igual todo y tiene falta de empatía, despierta cuando conoce a un joven grupo de turistas; se vuelve un rijoso pelmazo, y majara también.

Mejor es la francesa Fátima, de Philippe Faucon, sobre la vida de una inmigrante árabe en Francia, divorciada y con dos hijas mayores; se mata a fregar para que su hija mayor pueda estudiar medicina; hay algo de esquematismo en algún planteamiento, pero el relato me llega y me interesa; me gustaría saber más de ellos.

Calor

Znoy (1963) URSS
Larisa Shepitko

Primera película de la breve carrera de Larisa Shepitko, estudiante y discípula de Dovjenko, durante casi 20 años, y que comienza su carrera años después de la muerte de su maestro. Znoy es su ejercicio de graduación de la escuela de cine, y tuvo distribución y algún premio. Algunos de los temas de Dovjenko subsisten, sin duda, esa presencia telúrica de la tierra y la relación de los hombres con ella, y el conflicto entre lo viejo y lo nuevo (aunque tema es extensible a casi todo el cine sovietico). Pero con un lenguaje y una textura de su tiempo. Es buena, curiosa.

El tiempo que queda

Le temps qui reste (2005) Francia
François Ozon

Muchas son las películas de los últimos diez o quince años que tratan de los últimos días o meses de una persona, generalmente joven, enfrentados sin remedio a una enfermedad homicida y degradante. En esta, al enfermedad innombrable se ceba con un joven fotógrafo homosexual, que no es especialmente agradable ni simpático, y que, si bien no aprovecha sus últimos días para arreglar sus problemas con el mundo, como era de esperar, sí encuentra un camino de salida más o menos digno. Película con momentos de gran sensibilidad, aunque el conjunto no me llega a emocionar como podría.

La última orden

The last command (1928) USA
Josef von Sternberg

Entre sus películas de gángsteres, Sternberg desliza este drama imperial, con figura masculina, la imponente de Emil Jennings; film que va desde el Hollywood de la época hasta los coletazos de la monarquía rusa, en una pirueta imposible de decadencia y dignidad, dos de sus temas favoritos. Pero Sternberg es un romántico empedernido, y de ahí surge un momento imborrable, el mejor de la película, que no voy a explicar por si alguno de mis dos o tres lectores no la ha visto. Otro gran monumento de uno de los realizadores preferidos de este blog.