lunes, 11 de mayo de 2020

Sátántangó

(1994) Hungría
Bela Tarr

Gracias al aviso de un colega bloguero me enteré de la existencia del Festival de Cine de Autor de Barcelona, y de su celebración online este año, por las circunstancias de todos conocidas. Hablaré de lo que he podido ver en la siguiente entrada, pero los primeros tres días los empeñé en ver la monumental Satantango (450 minutos).

Vino mi mujer a decirme algo cuando la estaba viendo y me dice "No hace falta que la pares, solo quería decirte que ....". No la había parado. Llevaba cinco minutos viendo un plano fijo de algo. Propuesta radical que le ha ganado el puesto de honor en lo que hay que ver de cine de autor de los últimos 30 años, y prueba del algodón del cinéfilo verdadero, no hay ninguna experiencia parecida en el cine, que yo conozca. Casi ocho horas de escenas llenas de lluvia y barro en una decrépita granja colectiva húngara. Probablemente haya algo de historia húngara, codificada solo para los familiarizados, parece que ese Irimias que viene trae algo de modernización a una casi medieval existencia.

No sé qué decir, es hipnótica, fascinante y exasperante a partes iguales. Difícil de olvidar la escena de la niña y el gato, y difícil de entender los quince o veinte minutos de unos campesinos borrachos bailando una música taladradora de acordeón.

1 comentario:

Sergio Sánchez dijo...

Esa escena es la que lleva a la niña a tomar esa determinación.Normal, nosotros pensamos lo mismo que ella.

Coincido con tus adjetivos y tu comentario, pero te digo una cosa.Al día siguiente vi "Las atrmonías de Werckmeister", estupendísima, incluso más legible, más accesible y más recomendable a todo tipo de públicos pero yo de la que más me acordaré será de "Satantango".

Basadas ambas en dos novelas editadas en castellano por Acantilado.