sábado, 31 de octubre de 2020

Jesús Franco (varias)

 La cadena local 8MadridTV emite algunos breves ciclos mensuales, que tienen la particularidad de ser interés cinéfilo (cine francés de los 50, -Godard, Chabrol, Ferreri) pero la gran pega de no poder verlos en V.O.S y lucir unos doblajes horribles, por lo que, a no ser que me apetezca mucho, no los sigo. Pero en esta ocasión le ha tocado al primer Jesús Franco, y me ha picado la curiosidad. Personaje único en el cine español, con más de 200 sonrojantes películas, ver sus primeras películas muestra la tensión de un cineasta inquieto, que debía sentirse marciano en el cine español de la época. Al mismo tiempo preocupado por las formas y por la inventiva (con un ojo en su admirado y conocido Orson Welles) y con total desprecio por los guiones y por el cuidado del detalle de las escenas (algunas hubieran necesitado alguna otra tema). Este equilibrio entre el talento y la chapuza, me temo que se fue desequilibrando con el tiempo. 

Pero estas primeras películas están bien, tienen fuerza y ganas. La primera, Tenemos 18 años, su verdadera primera película, es una declaración de intenciones de un cineasta sin ataduras. Una comedia adolescente, una road movie descarada que mezcla realidad y fantasía, que va hacia adelante. No creo que hubiera nada parecido en España en ese momento. Lejísimos de las películas adolescentes con cantante. Las otras tres son del género policíaco, ambientadas en un país que no es España. La mano de un hombre muerto, ambientada en Alemania, sobre un asesino en serie, Rififí en la ciudad, con Fernando Fernán Gómez, y La muerte silba un blues. Estas dos últimas son las mejores de este ciclo, alguna con delirios de composición y de luz tomadas directamente de Orson Welles. 

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