Bill Condon
Thriller de timos anclada en la potencia y el placer de ver a Helen Mirren y a Ian McKellen juntos, en una película que se ve bien gracias a los actores y a cierta elegancia en su desarrollo, aunque transcurra, en su parte final, por unos senderos extraños y algo marrulleros que le restan brillo a un film agradecido y agradable.
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