Ari Aster
Dotado de libertad parece que absoluta para hacer lo que quiera, después de dos éxitos dentro del género terror, el sueco Ari Aster echa el resto en este larguísimo desvarío, dentro de la onda de Charlie Kaufman o Michael Gondry, pero mal. Relato surrealista de un conflicto madre-hijo en el fondo simple, el interés de la película y su mundo desquiciado, con Joaquin Phoenix poniendo cara y voces de no enterarse de nada, dura poco más de una hora. A partir de ahí, a mí me empieza a interesar todo mucho menos. Tener libertad implica responsabilidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario