(2008) USA
Marc Forster
3-11-2012
Esta nueva entrega del duro James Bond de Daniel Craig sigue apartándose de los moldes clásicos. En primer lugar, continúa exactamente a la entrega anterior, del que se repite algún personaje y los conflictos pendientes de aquélla, cuando lo habitual es que cada película funcione aisladamente. Como consecuencia, el Bond de esta entrega es despiadado, violento y rudo, está herido, despechado y cegado por la venganza, no tiene tiempo para martinis; el malo apenas tiene relieve en este nuevo caso, a diferencia de otros: es Bond y su estado el protagonista. La película es una sucesión de escenas de acción muy espectaculares, realmente secas e impactantes, en una trama bastante confusa. La crítica la recibió bastante mal, pero a mí me gusta la novedad y las sensaciones de extrañeza que produce, encarnadas por la tremenda presencia de Craig.
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