(1959) España
César Fernández Ardavín
Esta adaptación del clásico anónimo de la literatura castellana tiene el histórico honor de ser la primera película española que ganó un Oso de Oro de Berlín. Hoy, su nombre y el de César Ardavín están olvidados, y seguro que nos sorprenderíamos de qué otras películas se presentaron ese año y no lo ganaron. Se trata de una versión más costumbrista y menos picaresca, dulcificada y blanda, como no podía ser de otra manera. Al Lazarillo lo encarna un joven italiano más cercano a Joselito que al pícaro. Técnicamente la película es competente, y tiene el gusto estético de su director.
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