Ralph Thomas
Ver a Trevor Howard y una jovencísima Jean Simmons es probablemente la mejor razón para recuperar este por lo demás irregular thriller que empieza como intriga psicológica y acaba como road movie sin que ambos escenarios encajen bien. Me ha llamado la atención de que tanto la producción como el guión esté en manos de mujeres, circunstancia no muy habitual en el cine inglés (o de cualquier sitio) en los 50.
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