Shane Black
Primera y última película, recién estrenada en plataformas, del festivo guionista y director Shane Black. La primera, convertida poco a poco es una especie de película de culto, es una curiosa regurgitación de cierto cine negro, la del detective cutre, o impostado en este caso, que se encuentra un caso más grande que él, en el que sigue porque le empuja su condición de personaje sin fuerza para llevar su propia vida, y porque se queda enganchado de una chica, en la forma de una guapísima Michelle Monaghan. Tengo algún problema con esta, por otro lado, muy entretenida propuesta, y que no me gusta nada Robert Downey Jr, que no le da al personaje el nivel de patetismo y empatía que necesita, que actúa como si supiera que todo es una comedia, y que tiene (o yo no lo percibo) nula química con la actriz o con un divertido Val Kilmer. Y además, tampoco comulgo con muchos de los chistes de listillo, muy seguidos, muy retorcidos, del guion de Black, del que además hacen gala todos los personajes por igual.
Play dirty es última película, un film de atracos también juguetón y divertido. Tengo un problema parecido al anterior esta vez con Mark Wahlberg, al que le roba carisma su colega en la pantalla. No llega a funcionar del todo esta mezcla de buddy movie y película de robos y venganzas, con tonos trágicos ocasionales.
Eso sí, en ambas, hay sobresalientes escenas de acción.
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