(2014) España
Carlos Vermut
En las variadas notas y sensaciones que provoca esta sorprendente narración, que va desde lo estúpido a lo sublime, uno se tiene que sumergir dejando atrás toda prevención y entregarse al delirio degradante de una historia que hay que aceptar como viene, de sus comportamientos inesperados, agresivos, de actitudes idiotas de personas aparentemente decentes, sufrientes. La película de Carlos Vermut es arriesgada, no admite rehenes, no se frena, lleva hasta el final su implacable desarrollo de humanidades ilógicas y no siempre predecibles. Porque la vida y a gente es así cuando se lleva al extremo. Un film impactante e implacable, que me dejó conmocionado.
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