(2012) España
Eduard Cortés
En mis tiempos jóvenes, en los que iba al instituto en turno de tarde, escuchaba a menudo a Carlos Pumares en aquel Polvo de estrellas; me llamaba la atención cuando comentaba una película diciendo "No me la creo" o "Si ellos no se la creen, yo tampoco"; con el tiempo me ha ocurrido bastantes veces esa sensación de no creerte nada de lo que ves, sólo ver actores declamando y decorados, la sensación de estar viendo la obra de teatro desde bambalinas, la imposibilidad de entrar de una película; esa sensación, que bien puede deberse a causas subjetivas, es la que tengo viendo The Pelayos, la recreación de la famosa familia que encontró un método para ganar en los casinos; resulta que el patriarca es el peculiar cineasta Gonzalo García Pelayo. A lo que iba: Eduard Cortés ha salido indemne de edificios mucho más arriesgados que éste, pero es que no me creo nada de lo que pasa desde el minuto uno. Un disgusto.
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