Elena López Riera
Parece ya una tendencia clara, un movimiento, una escuela, lo que sea, de películas rodadas en España, generalmente por directoras, ambientadas en el mundo rural, aunque hay casos en ciudades también, y con una cierta unidad temática y de estilo. Generalmente se trata de óperas primas. El agua cumple todos estos requisitos, pero le añade a la transparencia y limpieza en la puesta en escena, que tiene que ser "naturalista", lejos del Dogma pero al mismo tiempo del artificio, cierto realismo mágico. Esta historia, ambientada en Alicante, días antes de una gota fría, trata los temas del despertar a la adolescencia, pero también del ambiente cerrado y mezquino de los pueblos, y dibuja un conato de rebeldía, tangencial, por una chica que parece abocada a cumplir un destino atávico funesto relacionado con las crecidas del río. Como todo este cine, es muy físico, sensorial, veraniego, silencioso.
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