(2006) China
Yang Heng
Binglang (que quiere decir "Nuez de betel"; si no sabes lo que es este fruto, puedes verlo aquí) es una de esas películas que arrasa en los festívales, que recibe calurosas ovaciones en blogs y foros de cierto tipo de cine, y que nadie más ve o soporta. Se trata del relato de un verano de un par de jóvenes macarras, pequeños delincuentes. Un tórrido verano de algún lugar del sur de China. Está rodada en plano-secuencia, con la cámara estática, donde rara vez pasa algo. Se quiere plasmar precisamente la inanidad del tiempo desperdiciado, el vacío y la falta de sentido de las vidas de estos jóvenes de futuro incierto. Una vez superadas las reticencias iniciales y si eres capaz de entrar en la propuesta de la película, la verdad es que es un ejercicio curioso, una experiencia poco habitual.
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