Elia Kazan
Después del relato de sus orígenes de América América, unos años después, Elia Kazan sigue hablando en una indisimulada primera persona, al hablar de la crisis existencial, de la prostitución a la que un hombre de éxito descubre a la que se entrega a diario. Con un lenguaje que se pretende moderno y rompedor, Elia Kazan sigue purgando demonios. Aunque creo que en general se puede considerar un film irregular y quizá fallido, me parece de lo más apreciable de su filmografía, un relato con momentos de tensión y de amargura verdadera, a la que se presta con intensidad Kirk Douglas y el resto de su gran reparto.
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