Michel Gondry
30-8-2012
Muy cercana en sus sensaciones, aunque esta vez más cálidas, al gran éxito de Gondry Eternal sunshine of the spotless mind, pero esta vez con guión propio (aunque se acusa la influencia de Charlie Kauffman), acerca de un joven (un buen Gael García Bernal), cuya incapacidad para distinguir sueño y realidad, le cuesta un doloroso enfrentamiento en sus relaciones amorosas y sociales. No puedo evitar que este tipo de películas envolventes y oníricas, con texturas frágiles, siempre a punto de caer en el exceso, me resulten irremediablemente simpáticas, y me ha resultado la visión de la película muy agradable, muy entrañable y tremendamente placentera.