Kathryn Bigelow
Parece mentira, pero quizá soy el único de mi generación que no viera en su momento Point break, o como se conoció en España, Le llaman Bodhi, que hoy se venera en algunos círculos como una obra de culto, más cuando se trata de los primeros trabajos relevantes de la hoy cotizada k. Bigelow. Point break tiene muchos de los trasnochados tics de las películas de policías de los 80: gusto por unos diálogos sentenciosos bastante ridículos, y personajes feos a rabiar: el compañero del poli bueno (Gary Busey, luciendo dientes), un jefe gruñón e insoportable (encarnado por un actor que me suena de algo, pero me da pereza buscar su nombre). El poli bueno (un insoportable Keanu Reeves) se siente atraído por el vértigo de una vida libre entregada a la naturaleza, encarnado en el magnético Bodhi (el recientemente fallecido Patrick Swayze, que cumple). Están bien esas escenas de adoración por lo salvaje, y muy bien las escenas de acción, probablemente nada parecido a lo que se rodaba entonces. Y ahí se acaba todo para mí, pero para cultos los colores.
1 comentario:
"para cultos los colores"
Muy buena variante, has mejorado la expresión original.
Sobre la película no opino porque me la perdí. Patrick Swayze y el titulo español me disuadieron completamente de verla. Y ahora, tu comentario.
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