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jueves, 1 de mayo de 2025

Varias cine japonés

En estos días de vacaciones, he recuperado mi viejo Toshiba  y he entresacado algunas de sus perlas u horrores, según toque. Esta vez han sido 3 películas de directores japoneses no demasiado conocidos. 

Las escandalosas aventuras de Buraikan (Buraikan, 1970, Masahiro Shinoda), es una película coral ambientado en el Tokyo (Edo) de mediados del XIX. Forma parte de ese colorido grupo de recreaciones de época de los 60-70 tan habitual en el cine japonés comercial de esa épica, parece que destinados a abrir mercado en Occidente (fue presentada mejor película de habla no inglesa), aunque Shinoda suele buscar el aspecto menos "agradable", más retorcido, violento o desagradable, por lo que he visto de él con resultados no muy recordables, justificando lo poco conocido que es por aquí.

En otro tono, más realista, menos efectista, juega Yoshishige Yoshida, que en Amargo final de una noche dulce (Amai yoru no hate, 1961), retrata a un par de jóvenes desesperados por ascender socialmente por la vía rápida de encontrar parejas ricas con las que relacionarse. Relacionada con otras películas de este autor, en las que señala la precaria situación social de cierta generación de jóvenes japonesas, perdidas en un limbo social y emocional. 

Los niños del paraíso (Hachi no su no kodomotachi; 1948)  es una suerte de continuación de aquella La Torre de la Introspección (1941), sobre un albergue de acogida de menores, centro con el que acaba la película, a donde van, como lugar de refugio, una serie de personajes, niños, jóvenes y adultos, varados nada más terminar la guerra, un lugar donde sanar y recuperarse. Emocionante viaje que podría ser perfectamente italiano de los que se rodaban en la época.



lunes, 11 de julio de 2016

Niños en el viento

Kaze no naka no kodomo (1937) Japón
Hiroshi Shimizu

Con Niños en el viento confirmo que le voy cogiendo el truco a Shimizu, realizador de películas mínimas que al comienzo me parecían inocuas, pero que o he tenido suerte (porque no sigo ningún tipo de orden o concierto en la sucesión de películas suyas que he podido ir viendo), o voy entrando en su juego. Niños en el viento de momento es la mejor que he visto, un apunte mínimo pero evocador, un cine esquelético, de una sequedad en la narración espartana. Cuenta el relato de un niño que se tiene que mudar a causa de los problemas económicos de su familia, y sus dificultades de adaptación a su situación. Naturalismo ligero y moroso.

jueves, 26 de diciembre de 2013

Nobuko

(1940) Japón
Hiroshi Shimizu

Interesado siempre por la infancia y la adolescencia, y por la educación, Shimizu relata en Nobuko las andanzas de una maestra rural que comienza a trabajar en una selecta escuela femenina, donde su carácter choca con las convenciones sociales y además, tiene conflictos con una díscola alumna, intocable por ser la hija del principal donante de la escuela. De paso denuncia, como tantas otras obras en el cine de Ozu y Mizoguchi sobre todo, la condición y la vida de la mujer japonesa. Agravado por su estado de conservación precario, ver Nobuko parece un ejercicio de arqueología cinematográfica, y su desarrollo y conflictos se adivinan fácilmente por las innumerables películas de tema educativo.

domingo, 15 de septiembre de 2013

La horquilla

Kanzashi (1941) Japón
Hiroshi Shimizu

Del puñado de películas que he podido ver hasta ahora del japonés Hiroshi Shimizu de momento me quedo con esta breve narración, concentrada, que da la información justa, pero que deja espacios sin rellenar muy sugerentes. Con apariencia de comedia ligera, transcurre en un balneario donde, a raíz de un accidente, en el que un hombre pisa una horquilla y queda dañado como si le hubiera atropellado un camión (?); la dueña de la horquilla, una geisha, pasa unos días de más en el balneario, lo que estimula sus ansias de llevar una vida más plena. Me gustan las pinceladas indirectas de las vida de la Geisha, lo que se deja traslucir de las relaciones sociales en ese Japón de antes de la guerra, y un final muy hermoso y muy abierto.

Sobre Shimizu: http://scalisto.blogspot.com.es/2011/08/hiroshi-shimizu-kanzashi-1941.html. Pero estás dos frase lo describen mejor:  " la facilidad de Shimizu para expresar ideas y emociones muy complejas de la forma más sencilla " ; "Enemigo de la dispersión, de las excesivas peripecias dramáticas y de las alargadas subtramas que se despegan de la historia principal, a Shimizu (que ni cuando recurrió a otros ni cuando escribió él mismo contó nunca con guionistas como los de Ozu, Mizoguchi o Naruse) le bastaba generalmente con hora y media (a veces con bastante menos) para contar todo lo que quería."

sábado, 24 de agosto de 2013

El señor Ohara Soshuke

Ohara Soshuke San (1949) Japón
Hiroshi Shimizu

Va cobrando cada vez más relevancia  entre la cinefilia más rigurosa y amiga de rescatar nombres olvidados, la figura de Hiroshi Shimizu, humilde realizador que desarrolla su carrera entre los años 30 y los 50, y es autor de sencillas películas, de anécdotas ligeras y de un estilo discreto y reposado. El señor Ohara Soshuke narra la decadencia del último representante de una familia de cierto prestigio en una aldea, entregado a despilfarrar dinero apoyando las ideas más peregrinas de sus vecinos y al sake. Sugeridos quedan la necedad y egoísmo de los vecinos, y la obvia debilidad del personaje central, incapaz de saber cómo vivir su vida. Algunos momentos me han parecido valiosos y bien rodados, pero, a diferencia de otros compatriotas suyos, todo lo que he visto de Shimizu me resulta lejano y extraño.

domingo, 17 de octubre de 2010

La torre de la instrospección

Mikaheri no tou (1941)
Hiroshi Shimizu
17-10-2010

El cine de Shimizu me sigue pareciendo extraño, son historias de apariencia sencilla, filmadas con austeridad, pero que en ocasiones parecen contener cosas más tenebrosas, asuntos más siniestros. Esta es una historia acerca de una residencia para niños problemáticos, en el campo. Shimizu no acaba de detenerse en ninguna de los aspectos ni personajes que se apuntan, los personajes aparecen y desaparecen, y el resultado es, eso, extraño, salpicado con lo que parecene ser símbolos, como el del tren. El final, patriótico, discurseado, no encaja con el tono algo sombrío del resto de la narración.

sábado, 9 de octubre de 2010

Mister Sonrisas

Arigatô-san (1936) Japón
Hiroshi Shimizu
7-10-2010

Un autobús hace la ruta entre en un pequeño pueblo a 80 km. de Tokyo y la gran ciudad. En este autobús van campesinos y mujeres que van a probar suerte a la ciudad, que las traga y nunca las devuelve, reservándolas un probable destino en la prostitución. En un ambiente de depresión económica, este autobús es un símbolo hacia la esperanza o hacia la destrucción. Esta comedia costumbrista fue el mayor éxito de Shimizu, y bajo la sencillez de sus formas, su aparente ligereza, su desnudez formal, hay pesimistas reflexiones sobre la situación de las mujeres en Japón, y la hipocresía reinante. Shimizu es un director preocupado por los problemas contemporáneos del Japón, como Ozu o Mizoguchi, pero tiene una mirada muy pudorosa, tímida; apenas se muestra, rehuye cualquier lirismo.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Los masajistas y la mujer

Anma to onna (1938) Japón
Hiroshi Shimizu

Amigo y contemporáneo de Ozu, Shimizu, que tuvo bastante éxito en su tiempo, permanece hoy olvidado por los cinéfilos, tanto en Europa como en Japón, y sus películas (más de 160, mudas y sonoras),son difíciles de encontrar. Parece ser que era un cineasta especializado en la descripción de costumbres y en el retrato de la infancia. En este caso, me he encontrado con una extraña historia triangular entre un masajista ciego, una misteriosa mujer de Tokio, y un hombre de negocios que viaja con su sobrino. Se cuentan apenas unas pinceladas de los persojajes, y la historia pasa muy escondida, demasiado escondida a mi parecer. Shimizu es muy contemplativo, parece esconder una actitud de denuncia hacia la hipocresía social, pero todo mucho más ligero y oculto que en Ozu.