martes, 27 de mayo de 2014

Una noche, un tren

Un soir, un train (1968) Bélgica
André Delvaux

Esta es la tercera película que veo del cineasta belga André Delvaux. Parece que el hombre estaba obsesionado con ciertas historias y estructuras, porque se parecen bastante. Giran alrededor de un burgués de más o menos éxito laboral y social, casado con alguna atractiva burguesa con la que mantiene una relación fría, como poco. Su vida, aparentemente normal, está corrompida por un vacío existencial que se despierta con la aparición de algún personaje, o suceso (como un apacible viaje en tren, en este caso). En este momento, el personaje pierde el pie y la película transita entre la realidad y la ficción, a menudo metiéndonos en la mente alucinatoria del personaje, de modo que no sabemos a ciencia cierta qué es real y qué no. Es un cine bien hecho, raro, obsesivo, con elementos visuales y auditivos también repetitivos en todos los films: páramos desiertos y húmedos, pueblos vacíos, idiomas incomprensibles, cementerios. Un cineasta muy olvidado que bien merece una revisión, no logro emparejarlo con los autores de esa época, quizá Buñuel. En esta película demuestra además dominio del montaje y de la narración.

Phantom

(1922) Alemania
F. W. Murnau

Entre las películas menos conocidas del maestro Murnau está sin duda esta adaptación del premio Nobel Gerhart Hauptmann, que narra la decadencia de un gris funcionario de provincias cuando se enamora perdidamente de una rica burguesa, inaccesible para él. Como no tiene ninguna posibilidad, persigue y corteja a una arruinada buscafortunas idéntica a ella. Persigue un fantasma, una sombra. Una historia retorcida y fascinante, la verdad, que Murnau narra con bastante sobriedad, pero con espóradicas y expresionistas concesiones al mundo del delirio y del sueño. El principal motivo de que la película sea poco conocida y no esté en el panteón de clásicos de Murnau es que fue una película perdida hasta hace pocos años, en que se encontró y restauró una copia. De obligada visión para cinéfilos consecuentes, es un Murnau más sombrío y amargo de lo habitual.

viernes, 23 de mayo de 2014

Orgullo

(1955) España
Manuel Mur Oti

En su etapa de mayor éxito comercial y amplitud artística, utilizando actores no muy conocidos, Manuel Mur Oti rueda este western ambientado en inconcretas tierras españolas, en el que dos familias se enfrentan en una guerra milenaria a costa del agua del río que cruza por sus tierras. La película muestra el talento narrativo y visual de Mur Oti, director siempre a reivindicar, y que dota a interés a este film que podría ser bastante peor en cualquier otro cineasta de la época. No esperen una obra maestra, sino una película muy competente que anuncia algunos de elementos de su obra maestra, Fedra, que rodaría un año después.

Melancolía

Melancholia (2011) Dinamarca
Lars von Trier

Adorado u odiado, el caso es que Lars von Trier se ha hecho ya un hueco importante en la historia del cine europeo de los últimos años. Es poseedor de un cine visceral, que comunica estados físicos o morales, y al mismo tiempoi investigador de todo tipo de medio y modo narrativo que se le ocurre. Melancolía recupera buena parte de su espíritu más dogma, y rescata la visceralidad de Rompiendo las olas, al narrar un estado de tristeza, decadencia, deseperación sin causa aparente, hasta que se somatiza en ese planeta errante. Película incómoda a ratos, sobrecogedora en parte final, que provoca turbiedad y mal rollo a nivel casi subliminal. Excelente film, en mi opinión, aunque me granjee la antipatía de sus numerosos detractores.

Terje Vigen

(1916) Suecia
Victor Sjöstrom

Conocido sobre todo por La carreta fantasma y sus películas americanas, Victor Sjöstrom guarda una interesantísimo época muda sueca que recompensa al buscador de tesoros con un puñado de obras frescas, líricas, vivas, plenas de sentimiento, de naturaleza telúrica, a menudo de inspiración literaria (de Selma Lagerlof, sobre todos). Terje Vigen se inspira en Ibsen, en cambio, y narra la historia, de nuevo en ambientes remotos, marinos y ventosos, de una venganza inesperada. Es una película breve, de apenas una hora, pero de gran inspiración, con una parte final emocionante, de un excelente cineasta que seguro guarda otras muchas joyas.

lunes, 19 de mayo de 2014

Drive

(2011) USA
Nicolas Windign Refn

El salto a Estados Unidos del danés Windign Refn después de la trilogía de Pusher fue este estilizado thriller urbano, con ciertos elementos temáticos, no tanto estilísticos, relacionado con sus películas anteriores. De cierto éxito, cuenta también con encolerizados detractores. A mí me ha gustado, es una de esas películas de texturas, de ambiente, o, como decía un crítico americano, de "feel and like". Película morosa en cuanto a sus personajes, tachada por ello injustamente de hueca, se centra es recrear un mundo a base de luces, de una cierta cadencia en los planos, de música, y de luz. Lo dicho, una película peculiar e hispnótica, violenta, levemente romántica, enigmática.

domingo, 18 de mayo de 2014

Soy el ángel de la muerte

Pusher 3 (2005) Dinamarca
Nicolas Windign Refn

Última parte de la trilogía Pusher (Camello), centrada también en el inframundo de la droga, de los camellos cutres, de Copenhage. Sigue el mismo mecanismo de las anteriores, siguiendo a un personaje que se encuentra con una inesperada deuda a contrarreloj que tiene que intentar saldar. En este caso el personaje central es un camello serbio que tiene que intentar conjugar una inesperada deuda con el cumpleaños de su hija. Las situaciones y personajes son parecidos a los de las dos anteriores, pero quizá como fin de fiesta o cierre de estos tres viajes al infierno, la trilogía se cierra con una interminable escena gore. Regular.

La última tentativa

Baby the rain must fall (1965) USA
Robert Mulligan

El trío creador de Matar a un ruiseñor, el guionista y escritor Horton Foote, el productor Alan J. Pakula y el director Robert Mulligan se vuelven a reunir para otro viaje a una pequeña comunidad del sur rural de Estados Unidos. Allí están el ex-presidiario Steve McQueen, cantante y guitarrista con tendencia a meterse en líos, y su mujer, Lee Remick, y su hija, que viajan allá para reunirse. Mulligan es de los mejores directores de niños, y aquí lo vuelve a demostrar, y se le da bien el entorno rural y la creación de poderosas imágenes melancólicas. El resto se le da peor, como las pocas escenas de peleas, rodadas de forma muy chapucera. Las imágenes y ciertos momentos pueden más que el todo de esta película, fallida pero con momentos hermosos.