Petite fleur (2022) Francia
Santiago Mitre
Cine diverso el del argentino Santiago Mitre en este díptico (ambas con guiones de Mariano Llinás), que parece querer ser provocador, siquiera por lo inesperado de la propuesta y de su desarrollo. Pero poco hay más en común entre Paulina (o La Patota, como se referencia en algunos lugares) y la producción francesa Pequeña flor. Paulina se desarrolla en algun lugar de la frontera argentina con Paraguay, un lugar muy pobre, donde va a idealista Paulina, hija de un exitoso abogado de la capital. Alli es violada, pero es la reacción de ella lo que es provocadora, en una película con la que no logro conectar, ni me creo que lo que pasa.
Poco mejor me parece la pesada comedia negra Pequeña flor, un hombre en crisis vital al que le viene muy bien descubrir que puede matar una y otra vez impunemente a su insoportable vecino. Mientras su mujer, con exhuberancias de tipo sexual, se va a una terapia de grupo también surrealista. Quiero que se acabe la tontería relativamente pronto.
Ha obtenido Mitre algo de éxito internacional con Argentina 1985, que vi pero se me debió olvidar comentar, una film mucho más convencional o "normal" en su desarrollo, sobre los juicios a la dictadura. Es un relato emocionante, aunque sin demasiadas sorpresas. No tengo claro si lo prefiero domesticado o Netflix o experimentando con giros inesperados.