lunes, 13 de enero de 2025

El cuarto pasajero / Perfectos desconocidos

España (2002/2017) 
Alex de la Iglesia

El cine de Alex de la Iglesia me suele dejar una sensación de atropello, de descompensación y de irregularidad en su contenido, con frecuentes bajonazos de tono. Director personal, autor completo, con modos y temas reconocibles, en compañía de su guionista habitual, se dedica con desigual fortuna al esperpento, al espejo deformante. Perfectos desconocidos, que adapta una película original francesa que ha conocido versiones en múltiples países, es una sátira sobre la hipocresía o la burguesía, en un único escenario, una historia forzada y evidente pero que mantiene un buen nivel general. El cuarto pasajero es una road movie en el que se dan cita actores de su troupe, con un cuarteto principal encabezado por un divertidísimo y exagerado Ernesto Alterio (con un horrendo maquillaje, el suyo y el de los demás actores). Películas ambas al menos divertidas y donde no se aprecian demasiado esas cosas que le achacaba al principio.

domingo, 12 de enero de 2025

La mujer de paja / El cuadrilátero

Woman of straw (1964) UK
The square ring (1953) UK
Basil Dearden

Dos obras del prolífico artesano inglés Basil Dearden. El cuadrilátero pertenece a la que podríamos denominar primera etapa, un cine de vocación realista, apegado a la calle, dentro del estilo Ealing. Es la historia de una tarde cualquiera de boxeo de barrio, con las pequeñas historias de los 5 boxeadores que pelean ese día, desde lo cómico a lo trágico. Una década después, es un competente director de estrellas internacionales, jóvenes y consagradas. La mujer de paja, con Gina Lollobrigida, Sean Connery y Ralph Richardson, es un triángulo que va del melodrama, a algo de comedia, y acaba en el thriller. Ambas son películas profesionales, no demasiado avejentadas, sin ser tampoco exactamente buenas.
 

Babylon

(2022) USA
Damien Chazelle

Damien Chazelle lanza el órdago de su carrera con esta película inabarcable, una locura conscientemente desmesurada, apabullante, inevitablemente pretenciosa. La excusa es la recreación falsa y romántica de los tiempos dorados del cine mudo, de la desmesura y el batacazo de la llegada del sonido. Irritante por momentos, zigzagueante, con una primera hora soberbia, que te impide apartar los ojos, sus 3 horas no se me hicieron eternas como cabía esperar. Es verdad que su excrecencia final, que remarca lo evidente, que se autodisculpa, es un bajonazo, pero no le quita valor a una propuesta inaudita, destinada a estrellarse brillantemente. Necesitamos fracasos como éste.