James Wan
Breve regreso de James Wan al terreno que más éxitos le ha reportado, el terror sobrenatural, aunque en tonalidades muy distintas a las de sus títulos más conocidos, para mí de los mejores del género de los últimos años. Con menos sustos de guiñol, más próximo a la fantasía, al thriller y al body horror, sigue siendo un director con raíces clásicas, a las que reverencia o cita. En esta fantasía están Cronenberg o Argento, y es una película juguetona y maliciosa.
Hace Maligno entre medias de sus dos incursiones en el cine de superhéroes DC dedicados al héroe submarino Aquaman. La primera, que veo que no comenté aquí en su momento, superaba la media de las películas de esa franquicia, un verdadero tebeo con suficiente desvergüenza y épica a partes iguales. La segunda y más reciente me ha parecido bastante pero, muy deslavazada e irregular, con Momoa y Wilson que se parece a Bud Spencer y Terence Hill repartiendo tortas con un humor que no funciona y un CGI de Aliexpress.